INTRODUCCIÓN

Es un hecho que uno de los elementos más originales de nuestra espiritualidad y de nuestra familia es el Sistema Preventivo. Este sistema, basado en la prevención y no en la represión, es básico de toda casa salesiana. Los Salesianos nos caracterizamos por ser obras abiertas y acogedoras. Si el signo de identidad de los Franciscanos es la pobreza, el de los Salesianos es el Sistema Preventivo. «Don Bosco nos lo transmite como modo de vivir y trabajar, para comunicar el Evangelio y salvar a los jóvenes con ellos y por medio de ellos. Este sistema informa nuestra relación con Dios, el trato personal con los demás y la vida de comunidad en la práctica de una caridad que sabe hacerse amar» (Const. 20).

Es decir, se nos presenta el Sistema Preventivo como una experiencia. Es más, la puesta en práctica de su sistema es más bien un anti-sistema pedagógico. Muy atento a la vida, Don Bosco desconfiaba de los sistemas pues estaba convencido de que no se puede programar la educación como se programa un ordenador.

Lo que Don Bosco nos ha dejado es una actitud, una forma de ser y actuar, una manera de estar con los jóvenes, una nueva forma de presencia educativa. Se trata, por tanto, de una experiencia que es espiritual y educativa. Este es el gran legado de Don Bosco.

Proyecto Educativo-Pastoral